A veces pierdo los nervios. Trabajo todo el día. Con el mejor humor que puedo. Como sola, cosa que odio. Pero ya no tanto. Le pillo el gusto. Para llegar a casa y pensar. Puedo escribir los versos más tristes ésta noche. Mi primera, en realidad creo que segunda, noche buena realista. Sin hipocresías ni falsedades. Sin villancicos. Y sin árbol.A simple vista parece triste. Pero no tanto en realidad. Hay gente que consigue amargar. Otra te alegra solo verla. Y en estos días, que éste año me parecen "normales", me conformo con que todo siga en su lugar. Que no haya novedades sería elmejor regalo. A veces lo mejor que puedes pedir es no empeorar las cosas. Aquí empezas a valorar lo que tienes. Tanto que lo único que pides es no perderlo. Me costó llegar a ése punto. Pero ahora con éso soy feliz. Ah, a Daniel y a mi nos regalaron éste libro. Trata del bombardeo final de la segunda guerra mundial. En ésa ciudad tan linda. Tan valiente. Donde le conocí. Ya comentaré el libro más adelante, al haberlo leído. No fue un mal regalo. La verdad. Muy adecuado. Gracias.
Feliz Navidad.
" Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos"
lunes, diciembre 24, 2007
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